Mar de la serenidad

por Amado Nervo
 Mis ojos se han vuelto claros
de tanto mirar al mar;
de tanto verlo, en mi vida
las olas vienen y van
y hay horizontes sin límites,
de severa majestad.

Mi pensamiento, antes frívolo,
de tanto mirar al mar
se ha vuelto apacible, grave;
y es tal su profundidad,
que en vano un buzo de almas
fondo habría de buscar.

Mis melancolías cantan
blandamente, como el mar,
la misma canción monótona,
al mismo viejo compás.

En mi corazón, enfriado
por la pena y por la edad,
reinan la quietud y el hielo
del océano glacial.

Recogido, silencioso,
esquivo y áspero, está
como una roca perdida
en la gris inmensidad.

Sólo hay algo que no tiene
mi espíritu como el mar:
las cóleras; no hay en mí
ya vientos de tempestad
ni espumas rabiosas. Nada
te puede encolerizar,
mar muerto, mar de mi alma,
“mar de la Serenidad”. 
Amado Nervo, 
poeta  mexicano, 
del libro "Serenidad"
Editorial Espasa-Calpe Argentina S.A. 
Colección Austral,
Sexta Edición
Año 1949 

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