Niebla

por Miguel de Unamuno,
escritor y filósofo español (1864-1936)
        “Ay, Orfeo!- decía Augusto a su perro, dándole la leche- ¡Ay, Orfeo! Di el gran paso, el paso decisivo: entré en su hogar, entré en su hogar, entré en el santuario. ¿Sabes lo que es dar un paso decisivo? Los vientos de la fortuna nos empujan y nuestros pasos son decisivos todos. ¿Nuestros? ¿Son nuestros esos pasos? Caminamos, Orfeo mío, por una selva enmarañada y bravía, sin senderos. El sendero nos lo hacemos con los pies según caminamos a la ventura. Hay quien cree seguir una estrella; yo creo seguir una doble estrella melliza. Y esa estrella no es sino la proyección misma del sendero al cielo, la proyección al azar.
        ¡Un paso decisivo! Y dime, Orfeo, ¿qué necesidad hay de que haya ni Dios ni mundo ni nada? ¿Por qué ha de haber algo? ¿No te parece que esa idea de la necesidad no es sino la forma suprema que el azar toma en nuestra mente? 
        ¿De dónde ha brotado Eugenia? ¿Es ella una creación mía o soy creación suya yo? ¿O somos los dos creaciones mutuas, ella de mí, yo de ella? ¿No es acaso todo creación de cada cosa y cada cosa creación de todo? Y ¿qué es creación?, ¿qué eres tú, Orfeo? ¿qué soy yo?
Hermoso trabajo pictórico del artista ruso nacido en Crimea, Sergei Sviridov 
         Muchas veces se me ha ocurrido pensar, Orfeo, que yo no soy, e iba por la calle antojándoseme que los demás no me veían. Y otras veces he fantaseado que no me veían como me veía yo, y que mientras yo creía ir formalmente, con toda compostura, estaba, sin saberlo, haciendo el payaso, y los demás riéndose y burlándose de mí. ¿No te ha ocurrido alguna vez a ti esto, Orfeo? Aunque no, porque tú eres joven todavía y no tienes experiencia de la vida. Y además eres perro. 
       Pero, dime, Orfeo, ¿no se os ocurrirá alguna vez a los perros creeros hombres, así como ha habido hombres que se han creído perros?
        ¡Qué vida ésta, Orfeo, qué vida, sobre todo desde que murió mi madre! Cada hora me llega empujada por las horas que le precedieron; no he conocido el provenir. Y ahora que empiezo a vislumbrarlo me parece que se me va a convertir en pasado. Eugenia es ya casi un recuerdo para mí. Estos días que pasan…, este día, este eterno día que pasa… deslizándose en niebla de aburrimiento. Hoy como ayer, mañana como hoy. Mira, Orfeo, mira la ceniza que dejó mi padre en aquel cenicero. 
        Ésta es la revelación de la eternidad, Orfeo, de la terrible eternidad. Cuando el hombre se queda a solas y cierra los ojos al porvenir, al ensueño, se le revela el abismo pavoroso de la eternidad. La eternidad no es porvenir. Cuando morimos, nos da la muerte media vuelta en nuestra órbita y emprendemos la marcha hacia atrás, hacia el pasado, hacia lo que fue. Y así, sin término, devanando la madeja de nuestro destino, deshaciendo todo el infinito que en una eternidad nos ha hecho, caminando a la nada, sin llegar nunca a ella, pues que ella nunca fue.
" Acogedor Patio" del pintor Sergei Efremov Yur'Evich
        Por debajo de esta corriente de nuestra existencia, por dentro de ella, hay otra corriente en sentido contrario: aquí vamos del ayer al mañana, allí se va del mañana al ayer. Se teje y se desteje a un tiempo. Y de vez en cuando nos llegan hálitos, vahos y hasta rumores misteriosos de ese otro mundo, de ese interior de nuestro mundo. Las entrañas de la historia son una contrahistoria, es un proceso inverso al que ella sigue. El río subterráneo va del mar a la fuente.
        Y ahora me brillan en el cielo de mi soledad los dos ojos de Eugenia. Me brillan con el resplandor de las lágrimas de mi madre. Y me hacen creer que existo, ¡dulce ilusión! Amo, ergo sum! Este amor, Orfeo, es como lluvia bienhechora en que se deshace y concreta la niebla de la existencia. Gracias al amor siento el alma de bulto, la toco. Empieza a dolerme en su cogollo mismo el alma, gracias al amor, Orfeo. Y el alma misma, ¿qué es sino amor, sino dolor encarnado?
        Vienen los días y van los días y el amor queda. Allá dentro, muy dentro, en las entrañas de las cosas, se rozan y friegan la corriente de este mundo con la contraria corriente del otro,  de este roce y friega vienen el más triste y el más dulce de los dolores: el de vivir.
        Mira, Orfeo, las lizas*, mira la urdimbre, mira cómo la trama va y viene con la lanzadera, mira cómo juegan las primideras*; pero, dime, ¿dónde está en enjullo* a que se arrolla la tela de nuestra existencia, dónde?
        Como Orfeo no había visto nunca telar, es muy difícil que entendiera a su amo. Pero mirándole a los ojos mientras hablaba, adivinaba su sentir.”
"El Jardín Secreto", cuadro de la artista francesa Nathalie Armand 
*liza: campo dispuesto para la lid. 
*premideras (primideras no figura): un listón del telar que sirve de pedal.
*enjullo: madero redondo, en los telares de paños, donde se va arrollando la urdimbre. 
Biografía de Miguel de Unamuno 
Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864 - Salamanca, 1936) Escritor, poeta y filósofo español, principal exponente de la Generación del 98. Entre 1880 y 1884 estudió filosofía y letras en la Universidad de Madrid, época durante la cual leyó a Thomas Carlyle, Herbert Spencer, Friedrich Hegel y Karl Marx. Se doctoró con la tesis "Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca", y poco después accedió a la cátedra de Lengua y Literatura griega en la Universidad de Salamanca, en la que desde 1901 fue rector y catedrático de historia de la lengua castellana.
Esa angustia personal y su idea básica de entender al hombre como "ente de carne y hueso", y la vida como un fin en sí mismo, se proyectaron en obras como En torno al casticismo (1895), Mi religión y otros ensayos (1910), Soliloquios y conversaciones (1911) o Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos (1913).
El primero de los libros fue en realidad un conjunto de cinco ensayos en torno al "alma castellana", en los que opuso al tradicionalismo la "búsqueda de la tradición eterna del presente", y defendió el concepto de "intrahistoria" latente en el seno del pueblo frente al concepto oficial de historia. Según propuso entonces, la solución de muchos de los males que aquejaban a España era su "europeización".
El siguiente paso fue la literaturización de su experiencia personal a fin de dilucidar la oposición entre la afirmación individual y la necesidad de una ética social. El dilema planteado entre lo individual y lo colectivo, entre lo mutable y lo inmutable, el espíritu y el intelecto, fue interpretado por él como punto de partida de una regeneración moral y cívica de la sociedad española. Él mismo se tomó como referencia de sus obsesiones del hombre como individuo: "Hablo de mí porque es el hombre que tengo más cerca."
Su narrativa progresó desde sus novelas primerizas Paz en la guerra (1897) y Amor y pedagogía (1902) hasta la madura La tía Tula (1921). Pero entre ellas escribió Niebla (1914), Abel Sánchez (1917) y, sobre todo, Tres novelas ejemplares y un prólogo (1920), libro que ha sido considerado por algunos críticos como autobiográfico, si bien no tiene que ver con hechos de su vida, sino con su biografía espiritual y su visión esencial de la realidad: con la afirmación de su identidad individual y la búsqueda de los elementos vinculantes que fundamentan las relaciones humanas. En ese sentido, sus personajes son problemáticos, víctimas del conflicto surgido de las fuertes tensiones entre sus pasiones y los hábitos y costumbres sociales que regulan sus comportamientos y marcan las distancias entre la libertad y el destino, la imaginación y la conciencia.
Su producción poética comprende títulos como Poesía (1907), Rosario de sonetos líricos (1912), El Cristo de Velázquez (1920), Rimas de dentro (1923) y Romancero del destierro (1927), éste último fruto de su experiencia en la isla de Fuerteventura, adonde fue deportado por su oposición a la dictadura de Miguel Primo de Rivera. También cultivó el teatro: Fedra (1924), Sombras de sueño (1931), El otro (1932) y Medea (1933).
Sus poemas y sus obras teatrales abordaron los mismos temas de su narrativa: los dramas íntimos, amorosos, religiosos y políticos a través de personajes conflictivos y sensibles ante las formas evidentes de la realidad. Su obra y su vida estuvieron estrechamente relacionadas, de ahí las contradicciones y paradojas de quien Antonio Machado calificó de "donquijotesco".
Considerado como el escritor más culto de su generación, Miguel de Unamuno fue sobre todo un intelectual inconformista que hizo de la polémica una forma de búsqueda. Jubilado desde 1934, sus manifiestas antipatías por la República española llevaron dos años más tarde al gobierno rebelde de Burgos a nombrarlo nuevamente rector de la Universidad de Salamanca, pero fue destituido a raíz de su pública ruptura con el fundador de la Legión. En 1962 se publicaron sus Obras completas, y en 1994 se dio a conocer su novela inédita Nuevo mundo.
Fuente: Del sitio Biografías y Vidas.
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/u/unamuno.htm

El cuadro de la dama pertenece al artista nacido en Crimea, Sergei Sviridov.
Sviridov Sergey Alekseevich nació en 1964 en la soleada Crimea, la ciudad de Simferopol. Ya en 1987, un joven artista se graduó de la Facultad de Pintura y Gráficos del Instituto de Arte Académico de Moscú (MGAHI). V.I. Surikov. Antes de esto, Sergei estudió y se graduó con éxito de la Escuela de Bellas Artes de Simferopol.
Una gran influencia en la formación del estilo de un autor único fue la relación con el famoso pintor de paisajes Athanasius Sukhinin. Nacido en la abigarrada región del sur, Sergey Sviridov adoptó muy sutilmente la manera pintoresca de vivir paisajes marinos, retratos brillantes y bodegones jugosos. Después de mostrar un gran interés en los colores especiales de la costa sur del mar Mediterráneo, Sergey Sviridov como artista fue capaz de adquirir una manera única de combinar tonos en la sombra y en la luz.
Estos contrastes semi-incompletos permitieron crear pinturas llenas del encanto vivo de la naturaleza sureña, para reflejar el color único de paisajes marinos y retratos.
http://www.liveinternet.ru/users/truskovalent/post362488880/

El cuadro de Sergei Efremov Yur'evich, pintor ruso, se puede ver junto a la obra del autor en el sitio Artis Area.
http://artistsarea.com/es/user/Serj65
El cuadro de Nathalie Armand, pintora francesa, se puede ver junto a la obra de la autora en el sitio
Arte Mayor
https://www.artmajeur.com/nathaliearmand/en/

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